Tres exploradores noruegos

¿Fronteras? Nunca he visto una. Pero he oído que
existen en las mentes de algunas personas.
Thor Heyerdahl

Noruega, el país más septentrional de Europa, es un lugar de gran belleza natural. Montañas, fiordos y glaciares son algunos de los elementos de esta nación. Sus habitantes han tenido que adaptarse a las fuerzas de la naturaleza, y tal vez esa misma adaptación sea la causa de que el país haya contado con algunos de los exploradores más fascinantes de la historia. Sucesores de aquel remoto navegante vikingo que fuera el descubridor de Groenlandia, Erik el Rojo, tres de ellos destacan por sus hazañas exploradoras.

El primero, en términos cronológicos, fue el explorador, científico y político Fridtjof Nansen (1861-1930). Ya en 1888 atravesó Groenlandia en esquís. En 1893 intentó aproximarse al Polo Norte, quedando su navío Fram preso de los hielos. Algo más de un año después abandonó el barco y, junto con Hjalmar Johansen, se dirigió hacia el Polo, llegando hasta los 80° 14' N. (la mayor latitud conseguida hasta entonces). Después de la Primera Guerra Mundial fue delegado de su país en la Sociedad de las Naciones, teniendo una eficaz actuación en la repatriación de prisioneros. En 1922, Nansen recibió el Premio Nobel de la Paz por su labor humanitaria.

Fridtjof Nansen

Contemporáneo de Nansen fue Roald Amundsen (1872-1928), quien también dirigió importantes expediciones polares. En 1909 se propuso conquistar el Polo Norte; sin embargo, al anticipársele Robert Peary, se dirigió al otro extremo del globo. Llegó al Polo Sur, junto con cuatro compañeros, el 14 de diciembre de 1911, 34 días antes de que lo consiguiera la expedición de Robert Falcon Scott. En 1925 llegó en avión a 250 km del Polo Norte y al año siguiente lo sobrevoló con el italiano Umberto Nobile. Éste emprendió en 1928 otra expedición por su cuenta, en la que desapareció. Amundsen y el francés René Guilbaud salieron en su busca a bordo de un hidroavión, pero también desaparecieron.

Etnólogo y explorador, Thor Heyerdahl (1914-2002) fue otro destacado aventurero noruego. Realizó numerosos viajes, entre ellos la travesía del Pacífico en una balsa (1947) para demostrar la posible relación entre América del Sur y la Polinesia en la época precolombina (ver fragmento del documental original más abajo). De igual forma, en 1970 realizó con una balsa de totora la travesía entre África y América, intentando demostrar la posibilidad de contactos entre ambos continentes en tiempos antiguos. Fue autor de libros como La expedición de la Kon-Tiki, sobre su viaje de 1947, Indios de América en el Pacífico y Aku-Aku.


Por alguna extraña causa, la cuestión de Noruega y sus exploradores es algo que siempre me ha llamado la atención, a pesar de tener poco en común con ellos (aparte de la voluntad de superación constante o algún otro rasgo psicológico). Sea como fuere, era un tema pendiente desde hace tiempo, y de ahí la oportunidad de este breve texto.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Breve historia de las bibliotecas y la bibliotecología

Las 20 mejores novelas de Jules Verne

«Matías Sandorf», de Jules Verne